“Amar no es mirarse el uno al otro es mirar juntos en la misma dirección”

Antoine de Saint Exupery

martes, 31 de enero de 2012

Padres fuertes, hijas felices



Meg Meeker. Padres fuertes, hijas felices. Ciudadela. Madrid (2008). 248 págs. T.o.: Strong Fathers, Strong Daughters. Traducción: Mariano Vázquez Alonso.

A los dieciocho años, Ainsley se marchó de casa para estudiar en una prestigiosa universidad americana. Durante el primer curso todo marchó sobre ruedas: hizo muchas amigas y sacó buenas notas. Pero luego la cosa se torció. Empezó a beber demasiado, dejó de asistir a clase y, al final, fue expulsada de la universidad.

Al regresar a casa, su madre se mostró inflexible. “Te has comportado estúpidamente”, le dijo. “Has arrojado tu futuro por la ventana. Has avergonzado a tu familia”. En mitad de la bronca, su padre se acercó a Ainsley y le susurró: “¿Te encuentras bien?” Ella rompió a llorar.

“No se puede imaginar cómo me afectó aquello”, explica Ainsley a la doctora Meeker. “Eso pasó hace treinta años. El amor que siento por mi padre en este momento es algo tan fresco y tan reciente como lo fue entonces (…) Supe que era a mí, y no a los logros que pudiese alcanzar, a quien realmente amaba”.

El caso de Ainsley es uno de los muchos relatos que Meeker ha escuchado en su consulta. Tras veinte años de experiencia clínica, asegura que el padre es la figura más influyente en la vida de sus hijas. Un padre, dice, puede marcar la diferencia.

Un ambiente difícil

Por su experiencia, Meg Meeker señala que las chicas de hoy se encuentran expuestas a más riesgos que las de antes (trastornos alimentarios, enfermedades de transmisión sexual, depresión, fracaso escolar, alcohol, drogas…); y son los padres los únicos que pueden interponerse entre ellas y el ambiente social que las rodea.

“Vogue y Cosmopolitan le dirán a su hija de dieciocho (o de diez) años que su valor e importancia se basan en tener una figura esbelta y un pecho atractivo, en llevar vestidos caros y a la moda y en ser una de esas chicas en las que se fijan los hombres”.

Meeker pide realismo a los padres. El hecho de que sus hijas estudien en un colegio privado o en uno religioso, dice, no las inmuniza contra el ambiente. Entonces, ¿qué se puede hacer? “Sí, es cierto que tanto la televisión como la música, las películas y las revistas ejercen una enorme influencia sobre las chicas, marcando las pautas de lo que deben pensar y vestir (…); pero su influencia no llega ni con mucho a la que puede ejercer un padre”.

Ella necesita un héroe

Después de algunos meses de separación, Doug decidió volver a vivir con su mujer. Durante las primeras vacaciones que pasaron juntos sufrieron un terrible accidente de coche y ella se quedó en coma; al despertar, no recordaba nada. Entonces Doug cambió su plan de vida; se jubiló anticipadamente y se hizo cargo de su mujer y de sus hijas.

Doug es un héroe porque salvó a su familia. Nadie le llega a la suela de los zapatos. Así lo piensa Mindy, su hija mayor: “Quizás otro padre no hubiera sido capaz de hacerlo: despertar cada mañana a una esposa que no te conoce y volver a enseñarle el contenido de veinticinco años de matrimonio. Pero él nunca se rindió”.

Con frecuencia las chicas asignan el papel de héroe a su padre, normalmente sin que él lo sepa. Desde pequeñas piensan que ellos son los más fuertes, los más inteligentes y los más capacitados del mundo. Cuando las hijas crecen se dan cuenta de que, en realidad, sus padres son personas corrientes. Pero no importa: ellas seguirán pensando que son héroes, siempre que ellos vivan con integridad y honradez.

Las chicas esperan que el matrimonio de sus padres dure, aunque esto suponga muchos sacrificios. Si un padre permanece junto a su mujer a pesar de las dificultades, se convertirá en un héroe para su hija. Pero si la abandona, el héroe se derrumba. Es aquí donde entra en juego la fidelidad.

Tiempo y atención

Antes de que Allison ingresara en un centro de rehabilitación, su padre pasó un fin de semana con ella en un camping. No hubo entre ellos conversaciones turbulentas. Ni siquiera hablaron sobre el malhumor de Allison. Se limitaron a hacer caminatas, a cocinar juntos y a leer. Tras regresar a casa, ella se marchó al centro de rehabilitación para una estancia de ocho meses.

“Aquel fin de semana me di cuenta de que él era inquebrantable”, explica Allison. “Por supuesto que tenía que sentirse muy mal; pero vi entonces que, hiciera yo lo que hiciese, nunca podría apartarlo de mi vida. No puede imaginarse el bien que me hizo eso. Naturalmente no quise decírselo entonces. Pero aquellos días de camping lo cambiaron todo. Creo que me salvó la vida”.

La mayoría de los padres se alejan de sus hijas adolescentes pensando que necesitan más libertad y más espacio para desarrollar sus actividades. Frente a este modo de pensar, Meeker recomienda a los padres que pasen tiempo con sus hijas y que les presten atención. “Haga lo que haría naturalmente, como hombre que es: pase más tiempo escuchando que hablando. Si la escucha, ella se sentirá querida”.

La cultura dominante nos ha hecho olvidar que los hombres y las mujeres piensan de forma diferente. Un padre puede ver un partido de fútbol con su hijo, sin decir una palabra, y sentirse los dos a gusto. Pero las hijas no están hechas de la misma pasta. “Esté donde esté, asegúrese de que ella percibe que usted se da cuenta de que está a su lado. Hágale preguntas y escúchela. Las chicas odian sentirse invisibles”.

Atreverse a establecer reglas

En la década de los setenta del siglo XX, el padre fue presentado como una figura autoritaria que pretendía imponer sus normas a una juventud ansiosa de libertad. Hoy en día esta idea ha calado en la mente de muchos padres; temen que si imponen a sus hijas demasiados límites, ellas se rebelarán.

Frente a este planteamiento, Meeker asegura que la autoridad no provoca traumas a las hijas; al contrario, es lo que más les acerca a sus padres y lo que hace que les respeten más. De hecho, las chicas más problemáticas e infelices son las que han tenido padres permisivos.

Algunas de estas chicas acuden a la consulta de Meeker y se quejan de que sus padres nunca se han atrevido a establecer reglas. “Hablan de padres que quisieron evitar a toda costa cualquier tipo de conflicto, y que, por consiguiente, no han querido comprometerse hablando con sus hijas, o enfrentándose a ellas cuando se equivocaban en sus decisiones”.

Meeker considera que los padres tienen que recuperar la confianza en sí mismos y no tener miedo a educar según les dicte el sentido común.

“Permítame que le cuente un secreto sobre las hijas de todas las edades: les gusta presumir de lo duros que son sus padres, no sólo físicamente, sino también de lo estrictos y exigentes que son con ellas. ¿Por qué? Porque esto les permite darse tono sobre lo mucho que ellos las quieren”.

La religión importa

A nadie le extraña que los padres traten de enseñar a sus hijos todo lo que saben de literatura, matemáticas, historia o geografía. Sin embargo, cuando se trata de hablarles sobre Dios, algunos padres optan por escurrir el bulto. Es preferible, piensan, dejarles libres y no imponerles las propias convicciones religiosas.

Este modo de pensar, explica Meeker, no tiene en cuenta un dato básico: que todos los seres humanos tenemos un interés natural por lo religioso.

“Los niños –explica Meeker– siempre quieren saberlo todo sobre Dios. Sus preguntas son intuitivas. Si usted no proporciona una guía a su hija, ella buscará las respuestas por su cuenta; lo que quiere decir que su autoridad quedará suplantada por la de otra persona”.

“Su hija necesita a Dios por dos razones: porque necesita ayuda y porque necesita esperanza. Él le proporciona esa ayuda y le promete que su futuro será mejor”, concluye Meeker.

FUENTE: Juan Meseguer Velasco en Aceprensa.

lunes, 30 de enero de 2012

UN LIBRO MUY RECOMENDABLE


Desgraciadamente en nuestro entorno encontramos con demasiada frecuencia casos en que la familia se va a pique. Todos queremos ayudar a nuestros amigos para que lo más grande que tienen en sus manos nos e hunda por eso os recomendamos este libro donde puedes encontrar argumentos que ayuden a tus amigos. Se llama: 30 CONSEJOS PARA SALVAR A TU FAMILIA EN 30 DÍAS de HAGELIN, REBECCA
La autora, norteamericana, se dedica al asesoramiento familiar,tanto de forma directa como a través de columnas de prensa, intervenciones en programas televisivos y colaboraciones en radio. Fruto de veinticinco años de experiencia en estos ámbitos,la obra proporciona una serie de sugerencias orientadas a crear un ambiente,en el propio hogar, donde sea posible educar a los hijos según criterios propios e inculcarles un sentido de la vida y unos principios de conducta bien definidos, acordes con las convicciones de los padres.
Se trata de un manual de orientación escrito con propósito divulgador y planteamiento sencillo y práctico. Cada uno de los treinta capítulos responde a un objetivo concreto y bien definido, con temas muy actuales -amigos, vestuario, uso de Internet, televisión, etc.y de interés general. La exposición, clara y realista, sigue en todos los casos el mismo esquema: un primer apartado de carácter teórico sobre motivaciones y objetivos, un segundo de casos prácticos sacados de ejemplos procedentes de experiencias profesionales de la autora, y un tercero sobre cómo estos ejemplos pueden aplicarse en las circunstancias de cada lector. El resultado es muy eficaz en orden a proporcionar ayudas útiles, de aplicación viable, aunque requieran esfuerzo y dedicación, hecho que tampoco se oculta. Exigencia que, por otra parte, se extiende de modo expreso no solo a normas de buena educación, sino también a otras de índole moral y religiosa, ya que la autora afirma que es más fácil mantener sólida y unida a una familia con creencias, que en su caso son cristianas.

domingo, 22 de enero de 2012

LA FAMILIA EL TRABAJO Y LA FIESTA


El Encuentro Mundial de las Familias se creó en 1994 de la mano del Papa Juan Pablo II y se realiza cada tres años. Se ha celebrado en diferentes lugares: la primera edición se llevó a cabo en Roma; después en Río de Janeiro, Brasil, en 1997; posteriormente volvió a celebrarse en Roma, Italia, en 2000; en Manila, Filipinas, en 2003; en Valencia, España, en 2006, la primera que se celebró con el Papa Benedicto XVI y, por último, se llevó a cabo en Ciudad de México en 2009. La séptima edición se celebrará en Milán, Italia, en el año 2012 y estará organizada por la Diócesis de Milán y el Pontificio Consejo para la Familia.
Los Encuentros Mundiales de las Familias se caracterizan tradicionalmente por dos momentos: un congreso y un encuentro más popular. El primero, que se celebra durante varios días, prevé encuentros, reuniones y congresos sobre un tema seleccionado por el Santo Padre, que para el año 2012 será “La Familia: el trabajo y la fiesta”. En particular se invitan a los operadores pastorales a dichas citas.
El segundo momento está más dedicado a los fieles e involucra a todas las familias de la Diócesis anfitriona y del mundo. Comenzará el sábado con una vigilia de oración en presencia del Santo Padre, caracterizada por testimonios de vida y fe de las familias provenientes de diferentes países. El domingo por la mañana finalizará el Encuentro con la Santa Misa que celebrará el Papa Benedicto XVI, frente a los cientos de miles de fieles que acudirán al evento.
«¡Queridas Familias aquí reunidas! – exhortaba el Papa Juan Pablo II en la homilía de la primera edición del Encuentro-. ¡Familias de todo el mundo! Espero que durante la Eucaristía de hoy, a través de nuestra oración en común, sepáis reconocer vuestra vocación: vuestra gran vocación en la Iglesia y en el mundo. Esta vocación os la ha entregado Cristo que "nos santifica" y que "no se avergüenza de llamarnos hermanos y hermanas", como hemos leído en el texto de la Carta a los Hebreos (véase. He 2, 11). Cristo os dice a todos vosotros hoy: "Id por todo el mundo e instruid a todas las familias” (véase. Mt 28, 19). Anunciadles el Evangelio de la salvación eterna, que es el "Evangelio de las familias”. El Evangelio, la Buena Nueva, es Cristo. “No hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombre en el que esté establecido que podamos ser salvos" (Hch 4, 12). Cristo siempre está con nosotros. Cristo es "¡el mismo de ayer, de hoy y de siempre!” (He 13, 8)». PODES ENTRAR EN LA WEB VII Encuentro mundial de las familias

INTERESANTE INICIATIVA


La diócesis de Milán ha lanzado una original iniciativa para preparar el Encuentro Mundial de las Familias. Se trata de una serie de vídeos en los que familias de la ciudad cuentan los problemas que han tenido que afrontar y cómo lograron superarlos.
Por ahora tan sólo hay cinco vídeos. Se titulan “Estilos de vida” y están en italiano, pero habrá al menos 10 y serán traducidos en otros idiomas. En ellos varias parejas explican cómo afrontaron problemas como quedarse sin trabajo, descubrir que no podían tener hijos o la separación de la familia por la emigración. 
Vídeos que ponen nombre y apellidos a los temas de las catequesis oficiales del Encuentro. En “La familia vive la prueba”, Jaqueline y Johnny, dos peruanos afincados en Milán, recuerdan cómo tras reunirse en Italia descubrieron hasta qué punto se habían distanciado sentimentalmente. Cuentan con sinceridad los problemas que tuvieron que afrontar y cómo juntos y con un poco de ayuda lograron superarlos.
O la historia de Leo, que se quedó sin trabajo después de 30 años en la misma empresa. Explica lacatequesis sobre el trabajo y la fiesta en la familia. 
Una original iniciativa con la que la diócesis de Milán intenta ayudar a resolver problemas reales de las familias para preparar el Encuentro Mundial de las Familias Milán 2012

martes, 3 de enero de 2012

EL DEPORTE MEJORA LOS RESULTADOS ESCOLARES




Feliz Año 2012 a todos los amigos de A3F comenzamos el año con este artículo que os puede sorprender, que lo disfruten.
Decir que el deporte tiene efectos positivos en la salud de niños y adolescentes y que su práctica habitual protege de las enfermedades cardiovasculares o la diabetes puede sonar a 'disco rayado'. Pero si ahora le aseguramos que el ejercicio físico rutinario puede contribuir a mejorar las notas de sus hijos, probablemente presten más atención a este artículo.
Las evidencias científicas sobre la influencia positiva del ejercicio en la función cerebral y cognitiva se acumulan desde hace tiempo. Precisamente, ELMUNDO.es publicaba los datos de un estudio sueco que da fe de ello. Ahora, un equipo de científicos de la Universidad Vrije (Holanda), acaba de confirmar, tras llevar a cabo una revisión de los estudios previos que han relacionado la actividad física con un mejor rendimiento académico, que, efectivamente, el deporte contribuye a tener más éxitos en el 'cole'.

Los posibles motivos

Hay varias "hipótesis sobre los mecanismos por los que el ejercicio es beneficioso para la cognición. Uno de ellos hace referencia a que hacer deporte mejorar la función cardiaca y la capacidad pulmonar y que el cerebro recibe un aumento de oxígeno. Otra menciona el aumento de los niveles de endorfinas y norepinefrina, lo que se traduce en una reducción de los niveles de estrés y en una mejora del humor", introducen los autores en su estudio que ha visto la luz en el último 'Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine' .
Pero, también, porque "el deporte facilita un aumento de los factores de crecimiento que ayudan a crear nuevas células nerviosas lo que estimula la plasticidad sináptica (conexión entre las neuronas)", agregan. Además de todos estos factores fisiológicos, la participación regular en actividades deportivas puede mejorar el comportamiento de los niños en el aula y aumentar así las probabilidades de una mejor concentraciónen los contenidos académicos.

La metodología

Los científicos llevaron a cabo una búsqueda y selección de todos los trabajos publicados entre 1990 y 2010 que hacían referencia al deporte y al aprendizaje escolar o al rendimiento académico y que se habían realizado en menores con una media de edad de seis hasta los 18 años.
De los 844 trabajos identificados inicialmente, los autores escogieron finalmente 14, por "considerarlos relevantes". "Diez de los trabajos eran observacionales, mientras que cuatro describían las intervenciones llevadas a cabo en colegios. Además, 12 de ellos fueron llevados a cabo en EEUU, otro en Canadá y un último, en África del Sur. El número de participantes de los ensayos oscilaba entre 53 y 12.000, a los que se les hizo seguimientos desde ocho semanas a cinco años, según cada ensayo.
El valor de esta revisión radica en que hasta ahora "no se había realizado ninguna con un enfoque específico de relación entre actividad física general y rendimiento académico que valorara, además, la calidad de los estudios", insisten los investigadores.
Determinan en sus conclusiones que "relativamente pocos estudios con alta calidad metodológica han explorado la relación entre actividad física y el rendimiento académico".
Pese a ello, los autores han encontrado "que el deporte se relaciona positivamente con una mejora de los resultados escolares. No obstante,se necesitan más estudios de que exploren las dosis de ejercicio que hay que practicar para obtener un beneficio cognitivo o de rendimiento y también se requieren instrumentos de medición más fiables que aclaren los mecanismos de esta asociación".